Ser tamada o presentador en una boda es una vocación

Por lo tanto, debes elegir tu tamada con mucho cuidado
Hay algunas normas: Lo mejor es empezar a buscar una tamada unos meses antes de la boda, pues de lo contrario puede que la persona más adecuada ya esté contratada para otra boda el día de la vuestra. También tendrás tiempo suficiente para discutir el programa en detalle.
¿Cómo se encuentra la tamada perfecta?
Considera de antemano si tu moderador debe ser hombre o mujer, si la persona debe tener puntos de vista conservadores o modernos… ¿Encaja esta persona con el estilo de tu boda y contigo? ¿Esta persona tiene tacto y te cae bien desde el principio? Todos estos son requisitos importantes para encontrar la guía de bodas adecuada.
Costumbres y tradiciones del acompañamiento musical de bodas
Lo mejor es quedar con algunas tamadas para que puedas compararlas. Así te resultará más fácil tomar una decisión. También puedes pedir a tu selección más cercana que te envíe una grabación de vídeo de ellos celebrando una boda.

Plantea a la tamada las siguientes preguntas en la primera reunión
- ¿Qué remuneración esperas por tus servicios?
- ¿Qué fecha tienes prevista para el pago? (mejor después de la fiesta, y deja el pago a tus padres o amigos).
- ¿Durante cuánto tiempo dirigirás nuestra celebración?
- ¿Ofrecéis servicios adicionales? (por ejemplo: conjunto musical, grupos de danza)
Durante la reunión, presta atención a si el tamada te resulta simpático y qué sentimientos provoca en ti. ¿Te inspira confianza su voz? ¿Cómo son sus gestos y expresiones faciales? Presta especial atención a si tiene problemas para mirarte directamente a los ojos y si su mirada es indiferente o atenta.
La primera impresión suele ser la decisiva
No tengas miedo de hacer muchas preguntas. Es natural que los novios estén emocionados antes de la boda y quieran saberlo todo al detalle.
No esperes que la tamada elabore todo el programa de tu boda.
Cómo se relaciona el entretenimiento con el tema o lema de la boda….
Si es profesional, te preguntará cómo te imaginas tu boda y su proceso. Así que si le dices tus ideas exactas, podrá diseñar el programa según tus deseos.
No olvides que la tamada no conoce a tus familiares y amigos
Así que hazle una lista con los nombres de tus seres queridos y descríbele la relación que tenéis entre vosotros para que el facilitador pueda hacer algunos juegos o bromas con ellos y la interacción parezca menos extraña. Haz también una «lista de deseos» de qué dichos y juegos no quieres y cuáles esperas. Asegúrate de discutir qué música sonará en tu ceremonia, especialmente la canción de tu primer baile nupcial.
Cuando más tarde tus invitados te hablen de la boda, enseguida te preguntarán cómo fue la tamada. Con una buena tamada, los invitados sólo tendrán recuerdos agradables de la boda. Así que te deseamos unas buenas elecciones.